El sentido del tiempo maya está basado en entender ciclos recurrentes; esto incluye el movimiento observable del Sol en el cielo, las fases de la Luna, el período de gestación de los seres humanos y el ciclo de crecimiento del maíz. En las tierras altas de Guatemala los contadores del calendario maya describen el tiempo como un atributo de lo sagrado y hacen ofrendas de atole cada 260 días para darle la bienvenida a un nuevo ciclo de tiempo en el calendario sagrado Tzolk’in. Los agricultores tradicionales de Yucatán llevan a cabo ceremonias y ofrendas a lo largo de la temporada de crecimiento del maíz, las cuales concuerdan con el Haab, su calendario solar. En la tradición maya, el tiempo está relacionado a los ciclos naturales de la Tierra y el cielo. Desde la perspectiva de los mayas, el tiempo es sagrado y digno de respeto.